Contenido: | Sobre el estado militar y político de las costas del mar Pacífico.
Relación de los puertos principales de la costa del mar del Sur en Tierra Firme, Perú y Chile; apostaderos de las fuerzas navales en aquellas costas, con algunas observaciones a fin de mejorar su estado, y con particularidad el de Guayaquil.
Relación de los astilleros que hay en las costas del mar del Sur, y con particularidad del de Guayaquil, que es el principal donde se fabrican y carenan casi todos los barcos que navegan en aquellos mares.
Arsenales reales que había en el Perú para los navíos que componían aquella armada; método de su administración, y desorden que había en ella, y número de bajeles que existían en 1745.
La maestranza del arsenal del Callao, y de los oficiales de que se componía; con los efectos que se consumen tanto en los navíos de guerra como en los mercantes, y de sus calidades.
Re1ación del estado del cuerpo de marina en la mar del Sur, grados de los comandantes y demás oficiales, Guarnición que llevan los navíos de guerra y su tripulación de marinería cuando van a campaña, Modo de hacer el servicio a bordo y distribución de víveres por raciones, y sus especies.
Relación de todo lo perteneciente a navíos mercantes en la mar del Sur, su aparejo y el modo de armarlos y de equiparlos; asimismo sobre el modo de navegar y cargar en los viajes; el poco orden y formalidad en los puertos, para el buen régimen y gobierno de la marinería, y navíos que entran y salen en ellos.
Del estado en que se hallan las plazas de armas de la América meridional, y del modo en que se hace en ellas el servicio.
De la escasez de armas que generalmente se padece en todo el Perú y todo lo que respecta a municiones de guerra.
Del ilícito comercio que se hace en todos los reinos de Nueva Granada, Tierra Firme y el Perú, tanto con géneros de Europa como con los
de la China; el modo de practicarlo y vías por donde se introducen; causas de que no se pueda conseguir su extinción, y el fraude y extravío que padece la Real Hacienda en los derechos sobre el comercio lícito.
Sobre el gobierno, administración de justicia, estado del clero y costumbres entre los indios del interior.
Gobierno tiránico ejercido en el Perú por los corregidores sobre los indios y estado miserable a que éstos viven reducidos con el método de dar las residencias los gobernadores y corregidores.
Sobre el servicio que hacen los indios en varias especies de haciendas para su cultivo y fábricas de la mita, y el gravamen que de ellas resulta a los indios, y últimamente del rigor con que se les trata.
Continuación del trato que se da a los indios en el Perú, y la injusticia de haberlos despojado de la mayor parte de las tierras que les pertenecían; y del poco amparo que hallan en los protectores fiscales para que los defiendan y procuren les sean guardados sus fueros.
Extorsiones que padecen los indios por medio de los curas, con distinción de las que cometen con ellos los eclesiásticos seculares y regulares; el extravío de su conducta, y vida escandalosa de unos y otros.
Se prueba que de lo mucho que padecen los indios convertidos nace la oposición que se encuentra en los indios infieles para admitir el Evangelio, y reducirse al vasallaje de los Reyes de España, como se ve en el corto fruto de las misiones.
Se refieren los bandos o parcialidades que reinan entre los europeos y criollos del Perú; su causa; el escándalo que ocasionan generalmente
en todas las ciudades y poblaciones grandes, y el poco respeto con que unos y otros miran la justicia para contenerse.
Sobre el gobierno civil y político del Perú; la conducta de sus jueces y la inutilidad de muchos empleos que se pudieran suprimir, con grande beneficio a la Real Hacienda.
Sobre la conducta del estado eclesiástico en todo el Perú, de los graves desórdenes de su vida, y, particularmente, la de los religiosos; de los alborotos y escándalos que se promueven con el motivo de los capítulos, y de su causa principal.
Noticia de las riquezas que encierran en sí los reinos del Perú; de los minerales de oro y plata y de otros varios metales y piedras exquisitas, con especificación de las muchas que por descuido o falta de providencia no se trabajan; de la grande fertilidad de aquellos países, su buena disposición para toda suerte de plantas y frutos, y su fecundidad en resinas y toda suerte de simples. |