Resumen: | El autor viaja hacia el pasado para narrarlo, preguntándose ¿Con que lentes para relatar el pasado? ¿Suelto las amarras del contexto histórico-cultural ideológico y me aferro a la autoridad de las tradiciones, a la historia oficial, desprendiéndome de todo reconocimiento de la acción revolucionaria dirigida contra la opresión? Si bien no tiene las respuestas, cuenta con la certeza que cumple con un designio de autonomía moral y ética, que ya hace un buen tiempo aparece frente a su conciencia, intimidando, demandándolo. Es una intimación y una demanda al amor, al doloroso recuerdo. ¿Es hacer memoria desde el pasado? Piensa que no, sino que es recordar desde el presente.
En esta novel el autor, recurriendo a los personajes, se interroga sobre problemas existenciales, dramas terrenales, como todo humano alguna vez se preguntó: ¿Qué es la vida?, ¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Existe la felicidad? Y si es que existe, ¿qué es? ¿Hay culpa y responsabilidad colectiva de lo que sucedió? La vida, con sus sinsabores, con sus enigmas, debe ser el problema más real al que nos hemos enfrentado y darle solución es la respuesta más adecuada, hasta que llegue la solución final. mientras tanto se continúa existiendo como sostiene Zandia según Espido Freire, "ahora sé que no existe [la felicidad plena]. Podremos rozarla, pero no poseerla". [extraído de contratapa] |