Resumen: | Cinco siglos les llevó a los estados europeos construir los Estados-Naciones autónomos e independientes que conocemos.
En los mismos cinco siglos nuestra América fue impedida de levantar estados independientes y autónomos por no querer impulsar proyectos propios y por la injerencia extranjera.
La patria grande, nuestra América, al decir de Martí, tiene todos los atributos para ser una súper-Nación.
Tiene un enorme territorio, una inmensa población, un origen común, un mismo idioma, una variada y gigantesca producción de materias primas indispensables para el consumo de las naciones desarrolladas, y una misma historia, creencias, mitos y tradiciones.
Y tiene además, por si fuera poco, un enemigo común, el imperialismo, empecinado en conducir nuestro destino, impidiendo o guiando nuestra integración, según convenga a sus intereses.
Detrás de la integración regional propuesta, ¿está o no, agazapado como siempre, el Imperio?
Esa decisión de algunos gobiernos que como se ha dicho es tan importante, ¿no debería ser consultada y legitimada por los pueblos mediante democráticos plebiscitos?
Las mismas clases dominantes que hasta ahora no fueron capaces de crear proyectos nacionales en cada uno de nuestros países, ¿son ahora, repentinamente, capaces de hacerlo? |