Título : | Al encuentro de las Tres Marías : Juana de Ibarbourou más allá del mito | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Diego FISCHER (1961-) (autor) | Lugar-Editorial-Fecha: | Montevideo : SUDAMERICANA, 2017 | Descripción física: | 248 p. | ISBN: | 978-9974-748-34-7 | Nota general: | Distribuye diario El País.
Contiene anexo.
Incluye bibliografía. | Ubicación: | 928.61 I12f | Temas: | FISCHER, DIEGO - INVESTIGACIONES PERIODISTICAS IBARBOUROU, JUANA DE - BIOGRAFIA NOVELADA IBARBOUROU, JUANA DE, 1892-1979 - BIOGRAFIAS - INVESTIGACIONES PERIODISTICAS
| Contenido: | ¿El paso del tiempo o cómo había sido administrado?
Había muchos niños, pájaros y muchachas.
La debe tener a usted muy presa la vida : y que le dure mucho.
Soy dueña del verso vivo que supera a todos y me enorgullece : mi hijo.
¡Qué poder el del despecho y la envidia, Señor!
Camino al cenit y de cara al mar.
¡Reina! ¡sos nuestra reina!
Y Juana fue de todos y para todos.
He llegado al culminante momento psicológico del despreocupada encogimiento de hombros.
Tres mujeres y una foto.
Podía distinguir entre el murmullo de las olas, el canto de las sirenas.
Yo no necesito un palacio : necesito paz.
Sentir mi acerbo grito y no hacerte presente.
Y la pena llegó para quedarse.
Un acertijo frente al mar.
"Chico Carlo" y el viento que lo disipaba todo.
Es cuestión de suerte.
De sorpresa andamos.
El mundo sabía de ella, pero poco de su penar.
Soy fiel, y la poesía me tendrá hasta la muerte.
Digo mil veces que me estoy ahogando y solo alrededor sonrisas.
Con gusto viviría aquí si me aseguran una casa frente al mar.
El helado abrazo de 1949.
Cada noche digo que será la última...
Perdía otra vez la libertad, aun antes de recuperarla.
Una deuda interminable.
¿Y desde cuando cantas, Juanita?
Una tregua y el amor.
Me voy lo más a la sordina posible.
Toda historia tiene su fin.
Deme noticia del mundo.
La poesía se hace, no se habla.
Están allí los que me regalaron García Lorca, Neruda...
Si usted puede escribirme mucho... se lo suplico.
El mundo a través de los vidrios de mi ventana.
No puedo negarme a atender a una escuela.
Que Dios la ampare.
Es como verse muerta, son estarlo del todo aún.
Saber decir adiós.
Porque es áspera y fea.
Epílogo. |
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