Título : | Donde moran los recuerdos : poemas líricos y narraciones (relatos) : alta poesía | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Luis REYES (1949-) (autor) | Lugar-Editorial-Fecha: | [Montevideo : S.N.], 2018 | Descripción física: | 99 p. | ISBN: | 978-9974-93-027-8 | Idioma de publicación : | Español | Ubicación: | U860.44 R457d | Temas: | NARRATIVA URUGUAYA POESIA URUGUAYA REYES, LUIS - POESIAS
| Contenido: | El puñetazo más famoso de la historia.
Viaja a EE.UU.
Se afianza en la gente.
Y por estos lares.
Bueno, llegó el momento del combate, combate que sólo duró dos rounds.
Va a llegar la "trompada" que antes, nunca se había visto, y que hasta nuestros días, nadie más la ha pegado.
Caramba, callaron los gritos de "¡Dale, Jack!".
Una hazaña que quedará en la historia.
Luis Viale.
Encrucijada.
La chica y el poeta.
Decir y sentir.
La "Libertadora del Libertador".
Cuando se ama.
De la amistad.
Los carneros de Panurgo.
Arria.
La inspiración.
¿Te acordás de "Cariato"?
Es más tierno.
Una gran verdad.
Colón, los envidiosos y el huevo.
Ana Amalia Batlle.
Vencido.
Acuarelas del pasado.
A mi barrio.
A mi amigo Daniel.
Aurora y Federico.
Una tarde otoñal, Aurora Dupin anunció a Chopin que se marchaba.
La promesa de amarle eternamente, que la escritora había hecho al músico años atrás, en una habitación del convento de la Cartuja de Valldemosa, se había roto para siempre.
Hasta que, una tarde, y después de otro de sus continuos ataques, quedó postrado Federico en cama. Ya no volvería a caminar más.
Más no acudieron ni María Wodzinska, ni Aurora, por más que el músico lo pidió.
En el último y brusco ademán, al rematar el acorde final de la plegaria, cayó Federico hacia adelante. Había muerto. Era el 17 de octubre de 1849.
¡Allá vá el "Chueco"!
A mis lectores.
Adiós al payador.
El desierto del poeta.
Con hipérbole y sin ella.
"Estofado".
El gran payador que fue a mi pago.
A tu memoria.
Los dos extremos.
Pensamiento.
El imperio desgraciado.
Mientras tanto ajeno a esto, y en otras tierras.
Y volviendo al flamante matrimonio.
A Nueva España arriban, el pueblo les recibe fríamente.
Se chimenta que Napoleón embarca secretamente tropas.
El emperador, ebrio, en vez de hablar sensatamente a la muchedumbre, se llueve como afuera.
Bueno. Maxi no las tiene todas consigo. Caramba.
Pasaron varios meses. El emperador pelea ahora al frente de su ejército.
Comienza la odisea interminable.
La dama sigue hablando y busca impresionar y enternecer, ignorando que al francés le importarán un comino las súplicas de ella.
Envía correspondencia a Maxi y prosigue insistiendo, pero todos le van a dar la espalda.
Se está gestando una atroz enfermedad.
Delirio de persecución.
Empero, al revés, la noticia le llegará a ella. Y...no es, por cierto, para entusiasmarse.
Epílogo sin pena ni gloria. |
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