Juana de Ibarbourou
Poeta uruguaya nacida en Melo (Cerro Largo) el 8 de marzo de 1892 en el seno de una familia de clase media, su nombre era Juana Fernández Morales.
A sus dieciocho años abandonó Cerro Largo y se mudó a Montevideo.
A los veinte años se casa con el capitán Lucas Ibarbourou, de quien adoptará el apellido con el que firmará su obra.
En su juventud, en su ciudad natal, escribe cuentos y artículos feministas bajo el seudónimo FID.
Sus primeros poemas aparecen en periódicos capitalinos, principalmente en “La Razón”, bajo el seudónimo de Jeannette d’Ibar.
Su poesía denota una continua evolución, la que ha sido comparada al ciclo de la vida humana y en la que exalta la entrega amorosa, la maternidad, la belleza física y la naturaleza. Acompañando su evolución personal su obra refleja la influencia de las corrientes modernista, surrealista y del misticismo.
Es considerada una de las voces más personales de la lírica hispanoamericana de principios del siglo XX.
En 1929 es proclamada "Juana de América", en ceremonia presidida por Juan Zorrilla de San Martín en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, en la que estuvo acompañada por una multitud de poetas y personalidades de la cultura nacional y latinoamericana, como por ejemplo el ensayista mexicano Alfonso Reyes. En los años posteriores a la consagración no dejarían de llegar telegramas, felicitaciones, reconocimientos y homenajes, así como un sinnúmero de visitas de personalidades reconocidas del mundo académico y literario.
Entre 1930 y 1950 publicó tres libros de prosa: “Loores de Nuestra Señora”, “Estampas de la Biblia” y “Chico Carlo” y un libro de teatro para niños “Los sueños de Natacha”.
En 1950, con la aparición de “Perdida”, vuelve a publicar poesía.
Su obra en prosa está enfocada fundamentalmente hacia el público infantil.
En 1943 fue designada integrante de la Academia Nacional de Letras y en 1960 se convirtió en Académica de Honor de la misma. Ocupa la presidencia de la Sociedad Uruguaya de Escritores en 1950 y cinco años más tarde su obra es premiada en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.
En 1953 es elegida “Mujer de las Américas” por la Unión de Mujeres Americanas de Nueva York, siendo la única vez que acepta una invitación y viaja a Nueva York. Con excepción de esa historia puntual, no acostumbraba a salir, desconociéndose cuando decidió que no necesitaba tener contacto con el mundo exterior.
Fue a partir de la publicación de “Las lenguas de diamante” (1919), “El cántaro fresco” (1920) y “Raíz Salvaje” (1922) que se consolida como poeta. La publicación de “Chico Carlo” en 1944 y de “Juan Soldado” en 1971, así como algunas entrevistas que le hicieron y algunos discursos que ofreció, la condujeron a la consagración definitiva.
En sus obras “Perdida”, “La Pasajera”, “Elegía” y “Diario de una isleña” aborda la desesperación y la tristeza de forma explícita.
En 1959 el gobierno uruguayo le concede el Gran Premio Nacional de Literatura, otorgado por primera vez en ese año.
Muere el 15 de julio de 1979 a los ochenta y cuatro años, en Montevideo, en su casa en el barrio La Unión, donde vivió más de treinta años.
Su fallecimiento fue dispuesto como duelo nacional, con honores de Ministro de Estado, reconocimiento realizado por primera vez a una mujer, siendo velada en el Palacio Legislativo, en el mismo lugar en el que fuera consagrada “Juana de América”.
Bibliografía:
Poesía:
-Las lenguas de diamante (1919)
-Raíz salvaje (1922)
-La rosa de los vientos (1930)
-Perdida (1950)
-Azor (1953)
-Mensaje del escriba (1953)
-Romances del destino (1955)
-Angor Dei (1967)
-Elegía (1968)
-Obra completa (Acervo del Estado) (1992)
Prosa:
-Cántaro fresco (1920)
-Ejemplario (1928)
-Loores de Nuestra Señora (1934)
-Estampas de la Biblia (1934)
-Chico Carlo (1944)
-Los sueños de Natacha (1945)
-Canto Rodado (1958)
-Juan Soldado (1971)
Referencias:
-Mujeres uruguayas: el lado femenino de nuestra historia. (1998). Montevideo: Fundación Banco de Boston, Alfaguara.
-Wikipedia. Juana de Ibarbourou. https://es.wikipedia.org/wiki/Juana_de_Ibarbourou
OBRAS DE JUANA DE IBARBOUROU EN LA BIBLIOTECA
A sus dieciocho años abandonó Cerro Largo y se mudó a Montevideo.
A los veinte años se casa con el capitán Lucas Ibarbourou, de quien adoptará el apellido con el que firmará su obra.
En su juventud, en su ciudad natal, escribe cuentos y artículos feministas bajo el seudónimo FID.
Sus primeros poemas aparecen en periódicos capitalinos, principalmente en “La Razón”, bajo el seudónimo de Jeannette d’Ibar.
Su poesía denota una continua evolución, la que ha sido comparada al ciclo de la vida humana y en la que exalta la entrega amorosa, la maternidad, la belleza física y la naturaleza. Acompañando su evolución personal su obra refleja la influencia de las corrientes modernista, surrealista y del misticismo.
Es considerada una de las voces más personales de la lírica hispanoamericana de principios del siglo XX.
En 1929 es proclamada "Juana de América", en ceremonia presidida por Juan Zorrilla de San Martín en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, en la que estuvo acompañada por una multitud de poetas y personalidades de la cultura nacional y latinoamericana, como por ejemplo el ensayista mexicano Alfonso Reyes. En los años posteriores a la consagración no dejarían de llegar telegramas, felicitaciones, reconocimientos y homenajes, así como un sinnúmero de visitas de personalidades reconocidas del mundo académico y literario.
Entre 1930 y 1950 publicó tres libros de prosa: “Loores de Nuestra Señora”, “Estampas de la Biblia” y “Chico Carlo” y un libro de teatro para niños “Los sueños de Natacha”.
En 1950, con la aparición de “Perdida”, vuelve a publicar poesía.
Su obra en prosa está enfocada fundamentalmente hacia el público infantil.
En 1943 fue designada integrante de la Academia Nacional de Letras y en 1960 se convirtió en Académica de Honor de la misma. Ocupa la presidencia de la Sociedad Uruguaya de Escritores en 1950 y cinco años más tarde su obra es premiada en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.
En 1953 es elegida “Mujer de las Américas” por la Unión de Mujeres Americanas de Nueva York, siendo la única vez que acepta una invitación y viaja a Nueva York. Con excepción de esa historia puntual, no acostumbraba a salir, desconociéndose cuando decidió que no necesitaba tener contacto con el mundo exterior.
Fue a partir de la publicación de “Las lenguas de diamante” (1919), “El cántaro fresco” (1920) y “Raíz Salvaje” (1922) que se consolida como poeta. La publicación de “Chico Carlo” en 1944 y de “Juan Soldado” en 1971, así como algunas entrevistas que le hicieron y algunos discursos que ofreció, la condujeron a la consagración definitiva.
En sus obras “Perdida”, “La Pasajera”, “Elegía” y “Diario de una isleña” aborda la desesperación y la tristeza de forma explícita.
En 1959 el gobierno uruguayo le concede el Gran Premio Nacional de Literatura, otorgado por primera vez en ese año.
Muere el 15 de julio de 1979 a los ochenta y cuatro años, en Montevideo, en su casa en el barrio La Unión, donde vivió más de treinta años.
Su fallecimiento fue dispuesto como duelo nacional, con honores de Ministro de Estado, reconocimiento realizado por primera vez a una mujer, siendo velada en el Palacio Legislativo, en el mismo lugar en el que fuera consagrada “Juana de América”.
Bibliografía:
Poesía:
-Las lenguas de diamante (1919)
-Raíz salvaje (1922)
-La rosa de los vientos (1930)
-Perdida (1950)
-Azor (1953)
-Mensaje del escriba (1953)
-Romances del destino (1955)
-Angor Dei (1967)
-Elegía (1968)
-Obra completa (Acervo del Estado) (1992)
Prosa:
-Cántaro fresco (1920)
-Ejemplario (1928)
-Loores de Nuestra Señora (1934)
-Estampas de la Biblia (1934)
-Chico Carlo (1944)
-Los sueños de Natacha (1945)
-Canto Rodado (1958)
-Juan Soldado (1971)
Referencias:
-Mujeres uruguayas: el lado femenino de nuestra historia. (1998). Montevideo: Fundación Banco de Boston, Alfaguara.
-Wikipedia. Juana de Ibarbourou. https://es.wikipedia.org/wiki/Juana_de_Ibarbourou
OBRAS DE JUANA DE IBARBOUROU EN LA BIBLIOTECA